miércoles, 27 de agosto de 2014

El vegetarianismo es la Vida Natural por Swami Sri Yukteswar


¿Qué es la vida natural? Para entender en qué consiste la vida natural es necesario distinguirla de lo que no es natural. La vida depende de la selección de (1) alimento, (2) habitación y (3) compañía. Para vivir en forma natural, los animales inferiores hacen esta selección por sí mismos, con la ayuda de sus instintos y de los centinelas naturales localizados en los órganos de los sentidos de la vista, oído, tacto, olfato y gusto. En el ser humano en general, sin embargo, estos órganos están tan desnaturalizados debido al género de vida contrario a la naturaleza que llevan desde la misma infancia, que no es posible confiar en sus reacciones. Por lo tanto para entender lo que son nuestras necesidades naturales, necesitamos depender de la observación la experimentación y la razón.

¿Cuál es el alimento natural del hombre? En la selección de nuestra alimentación natural, deberíamos tomar en consideración cuál es la forma de los órganos que ayudan a la digestión y la nutrición –los dientes y el conducto digestivo- , la tendencia natural de los órganos sensoriales que guían a los animales hacia determinados alimentos, y la alimentación de las criaturas jóvenes.

Observación de los dientes. Al observar los dientes, notamos que en los animales carnívoros los incisivos son poco desarrollados, mientras que los caninos son considerablemente largos, lisos y puntiagudos, para aferrar la presa. Los molares también son puntiagudos, pero no se tocan sino que se ajustan lateralmente para separar las fibras musculares.
En los animales herbívoros, los incisivos son notablemente desarrollados, los caninos reducidos (aunque a veces, como en el caso de los elefantes, se han desarrollado bastante para constituir un arma defensiva) los morales tienen una amplia superficie de masticación y están provistos de esmalte sólo en los costados.
En los frugívoros, todos los dientes tienen casi la misma altura; los caninos son algo predominantes, cónicos y romos (obviamente no están destinados a coger una presa, sino a ejercer la fuerza).Los molares tienen una amplia superficie de masticación y están provistos de capas de esmalte en la parte superior, cuyo objetivo es prevenir el desgaste originado por su movimiento lateral, pero no son puntiagudos para permitirles masticar carne.
Por otra parte en los animales omnívoros como en el caso de los osos, los incisivos se parecen a los de los herbívoros, los caninos a los de los carnívoros y los molares son a la vez anchos y puntiagudos para cumplir un doble propósito.
Ahora bien, si observamos la forma de los dientes en el hombre, podemos comprobar que ésta no se asemeja a la de los animales carnívoros, así como tampoco a la de los herbívoros u omnívoros, pero coincide en la forma exacta de los frugívoros. Puede deducirse, pues, con razón que el hombre es un animal frugívoro, es decir que se alimenta de frutas (Se considera frutas a toda parte de vida animal y vegetal útil al hombre. La dieta a base de frutas a que se refiere Sri Yukteswar incluye, pues, las verduras, hortalizas, cereales, frutos secos, leguminosas, etc).

Observación del canal digestivo. Si observamos el conducto digestivo, podremos apreciar que los intestinos de los animales carnívoros son de 3 a 5 veces más largos que la longitud de su cuerpo, si se mide ésta desde la boca hasta el ano; y su estómago es casi esférico. Los intestinos de los herbívoros son 20 a 28 veces más largo que la longitud de sus cuerpos, y su estómago es más extenso y de forma compuesta. Los intestinos de los animales frugívoros son de 10 a 12 veces más largos que la magnitud de sus cuerpos, y sus estómagos son algo más anchos que los de los carnívoros y están provistos de una extensión de duodeno, que sirve como un segundo estómago.
Esta última es exactamente la formación que encontramos en el ser humano. Aún cuando la anatomía afirma que sus intestinos son de 3 a 5 veces más largos que la longitud de su cuerpo, éste es un error basado en que el cuerpo ha sido medido desde la cabeza hasta la planta de los pies, en lugar de medir la longitud boca – ano. Una vez más podemos deducir con  toda probabilidad que el hombre es un animal  frugívoro.

Observación de los órganos de los sentidos. Al observar la tendencia natural de los órganos de los sentidos- Los indicadores de las substancias nutritivas- que guían a todos los animales hacia su alimento, podemos apreciar que cuando el animal carnívoro encuentra a su presa se deleita tanto que sus ojos brillan: intrépidamente salta sobre ella y lame su sangre con avidez. Por el contrario el animal herbívoro rechaza incluso sus alimentos naturales dejándolos intactos, si estos se encuentran manchados con unas pocas gotas de sangre. Sus sentidos del olfato  y de la vista lo llevan a seleccionar  hierbas y otras plantas para su alimentación, las cuales saborea con deleite. De manera similar observamos que en los animales frugívoros, sus sentidos les guían invariablemente hacia las frutas de los árboles y del campo.
En los hombres de todas las razas constatamos que los sentidos del olfato, del oído y de la vista nunca le inducen a matar animales y que, por el contrario, ni siquiera pueden tolerar la vista de semejantes matanzas. Siempre se ha recomendado que los mataderos sean instalados lejos de las ciudades; a menudo se dictan estrictas ordenanzas prohibiendo el transporte al descubierto de carnes frescas. ¿Puede entonces considerarse a la carne como el alimento natural del hombre, cuando sus ojos y su nariz rechazan, a menos que sean engañados por el sabor que le aportan las especies, la sal y el azúcar? Por otra parte, cuán deliciosa encontramos la fregancia de las frutas, s cuya simple vista se no hace agua la boca! Cabe señalar también que los cereales y vegetales poseen un olor y sabor agradable, aun cuando sea suave, incluso cuando no han sido preparados. De las observaciones anteriores, nos inclinamos a inferir que el hombre estaba destinado originalmente a ser un animal frugívoro.

Observación de los alimentos de los recién nacidos. Si observamos la nutrición de los recién nacidos, podemos apreciar que la leche es indudablemente su principal alimento. Y ésta no se produce en cantidad adecuada  en los senos de la madre si ella no ingiere frutas, cereales y verduras como su alimento natural.

La causa de las enfermedades. De todas estas observaciones, sólo podemos concluir razonablemente que los diversos tipos de cereales, frutas, raíces comestibles, son decididamente los mejores alimentos naturales para el hombre. Dichos alimentos son siempre asimilados, puesto que concuerdan con su organismo, siempre que se ingieran de acuerdo a la capacidad de los órganos digestivos y sean masticados y mezclados con saliva en la forma adecuada.

Otros alimentos no son naturales al hombre y –puesto que no concuerdan con su organismo- le resultan extraños. Por ello, cuando llegan al estómago, no son asimilados en la forma adecuada. Y al mezclarse con la sangre, se acumulan tanto en los órganos excretorios como en otros órganos, ninguno de los cuales se encuentra adaptado para recibirlos. Por este motivo, no pueden ser eliminados y se almacenan en los recesos de los tejidos, por efecto de ley de la gravitación; al fermentar, causan enfermedades tanto físicas como mentales, y conducen a la muerte prematura.


Swami Sri Yukteswar
Extractado de La Ciencia Sagrada,Sutra 9-11.
SelfRealization Fellowship

domingo, 17 de agosto de 2014

Seis sabores del Ayurveda

Cuando se prepara utilizando la cantidad correcta de los seis sabores del Ayurveda, la cocina Ayurveda crea un equilibrio natural entre estos elementos esenciales en nuestro cuerpo. Los seis sabores del Ayurveda son: salado, dulce, astringente, amargo, picante y ácido. Cada sabor posee su propia composición elemental única y por ello cualidades curativas específicas. Una dieta equilibrada consistirá en combinaciones saludables de estos. Con los alimentos y sabores adecuados, los dosha Vata, Pitta y Kapha pueden mantenerse en equilibrio estable; la alimentación se convierte, entonces, en una terapia extremadamente eficaz.
Marcus de Oliveira ( centro de ayurveda)