martes, 2 de diciembre de 2014

¿Qué significa Sattva?

Cuando nacemos cada ser humano tiene una constitución innata, que en ayurveda se define como dosha, estos aunque determinan nuestros comportamientos, pueden balancearse con una alimentación adecuada. No obstante también nuestra mente tiene sus doshas, conocidos como Gunas o trigunas, que en resumen son estados de la mente a los que nos pueden llevar los alimentos y las prácticas que tenemos en nuestra vida cotidiana.

Las Gunas son sattva, rajas y tamas.  Sattva se entiende como una mente en el estado puro, estable, armónica y equilibrada.  Rajas es la mente que camina en el sentido de su necesidad urgente, activa, pero precipitada e impulsiva. Tamas refleja el estado mental pasivo, destructivo, inerte y depresivo.

Estos estados de la mente pueden ser modificados por los alimentos, de la siguiente forma;  los alimentos sáttvicos son saludables y nutritivos, se digieren fácilmente, frescos, cocidos y maduros, por ejemplo; frutos secos, leguminosas, verduras y frutas. Los alimentos rajásicos son muy salados, muy dulces, muy amargos, muy calientes, muy ácidos, muy picantes, muy aromáticos, estos alimentos excitan e intoxican el cuerpo, por ejemplo;  la cebolla y el ajo. Y los alimentos tamásicos deprimen, perturban y causan enfermedades, la alimentación tamásica debilita el intelecto intuitivo, por ejemplo; las carnes y los licores.

Así que el estado de la mental Sattva es donde se elige equilibrar el cuerpo y la mente para prácticas más trascendentales, permitir que el cuerpo se nutra, que lo físico no sea un impedimento para  alcanzar las metas en la vida, donde el ser humano debe alimentarse para vivir, y no vivir para alimentarse.

Los budistas utilizan la palabra “bodhisattva” para denominar a los seres que han iniciado la iluminación, el término está compuesto por  bodhi (supremo conocimiento e iluminación) y sattva (ser sensible, esencia pura).

Tener una dieta Sáttvica permite equilibrar los componentes esenciales que necesita el cuerpo en cada comida; proteínas, hidratos de carbonos, grasas, vitaminas y minerales. Además tener prácticas sáttvicas de alimentación, implica además un adecuado aseo bucal, comer moderadamente, mente serena mientras se come, de esta manera el cuerpo podrá recibir mucho mejor sus materias primas y la digestión será más eficiente.


Para quien cocina alimentos sáttvicos la responsabilidad es grande y requiere una impecable limpieza y orden, un ambiente pacífico y favorable, los alimentos se impregnan de la energía que el cocinero emana mientras crea  sus platos.

Foto: Maitreya Miroku bosatsu at the Koryu-ji Temple of Kyoto.





jueves, 18 de septiembre de 2014

Las prácticas de Yoga Adelgazan

Con el yoga se logra adelgazar sin transpiración ni régimen. Es claro que la moderación en la alimentación es recomendable, pero no la neurosis torturante de las dietas. El Yoga adelgaza por actuar sobre las glándulas y regular la orquesta endocrina. Por ejemplo, se observa que diversos ejercicios con fama de adelgazantes eficientes se ejecutan sin esfuerzo y casi todos comprimen o distienden la tiroides. Es sabido que la estimulación de esa glándula tiende a producir adelgazamiento.

Otro recurso de Yoga es aumentar la absorción de comburente (oxígeno) a través de determinados pranayamas ( ejercicios de respiración), lo que, se cree, induce al aumento de la quema de grasas en el organismo.

Hay también ejercicios de fortalecimiento de la musculatura y de contracción  del abdomen que producen un resultado estético que supera las expectativas.

Además de los ejercicios, existen consejos relativos a la alimentación, pues no se puede ignorar que ciertos alimentos engordan más que otros. Pero eso nada tiene que ver con el régimen o dieta.

Finalmente el Yoga cuenta con un triunfo poderoso: proporciona  equilibrio emocional, que frecuentemente falta en las personas que no consiguen adelgazar, lo que torna infructífera cualquier otra alternativa, sea de ejercicios, sea restricción alimentaria, y puede incluso generar una neurosis.

En fin, éstos son los secretos del Yoga para conseguir tan buenos resultados de adelgazamiento en un tiempo razonablemente corto.

Maestro De Rose, Codificador mundial de Swasthya Yoga Shástra
Estractado del Libro Yoga Avanzado




viernes, 5 de septiembre de 2014

El Yoga de la nutrición

El tema de la nutrición es muy amplio y no se limita únicamente a los alimentos y a las bebidas que tomamos durante las comidas. Nos nutrimos asimismo de sonidos, de perfumes, de colores. Los seres del mundo invisible se alimen­tan de olores. La costumbre de quemar incienso en las iglesias, por ejemplo, viene de este conoci­miento antiquísimo de que los espíritus luminosos son atraídos por los olores puros como el incienso, mientras que los espíritus infernales son atraídos por olores nauseabundos. Pero no solamente los olores alimentan; los sonidos y los colores son también un alimento para los espíri­tus invisibles y pueden servir para atraerlos. Por eso frecuentemente los pintores representan a los ángeles interpretando música, y vestidos con ropas de colores tornasolados.

Está dicho en las Escrituras: «Sois templos del Dios Vivo». Es preciso, pues, no mancillar estos templos introduciendo elementos impuros. Si los humanos supieran en qué talleres celestes fueron creados, estarían mucho más atentos a los alimentos que participan en la construcción de este templo que Dios debe venir a habitar. Desgraciadamente, comiendo carne, la mayoría de ellos se parecen más a cementerios llenos de cadáveres que a templos.
Cada criatura animal o humana se siente inclinada a elegir un determinado alimento más bien que otro, y esta selección es siempre muy significativa. Si queréis saber cuál es el resultado de la alimentación carnívora, id a visitar un par­que zoológico, mirad a los animales carnívoros, y lo comprenderéis enseguida. Por lo demás, ni siquiera es necesario ir a los parques zoológicos para constatado. En la vida se encuentran mues­tras humanas que se asemejan a todas las espe­cies animales, e incluso a aquellas que no figu­ran en los parques, como los mamuts, los dino­saurios y otros monstruos prehistóricos. Pero seamos caritativos y quedémonos en los parques zoológicos: allí podéis comprobar que los gran­des carnívoros son animales temibles que despi­den olores extremadamente fuertes, mientras que los herbívoros tienen, en general, costumbres mucho más pacíficas. La comida que absor­ben los herbívoros no los convierte ni en violen­tos ni en agresivos, mientras que la carne vuelve a los carnívoros irritables, y, asimismo, los humanos que la comen se sienten mucho más inclinados a una actividad brutal y destructora.

La diferencia entre la nutrición carnívora y la nutrición vegetariana reside en la cantidad de rayos solares que contienen. Las frutas y las ver­duras están tan impregnadas de luz solar que se puede decir que son una condensación de luz. Cuando se come una fruta o una verdura se absorbe, pues, luz solar de manera directa, la cual deja muy pocos residuos en nosotros. Mien­tras que la carne es más bien pobre en luz solar, por lo que está sometida a una rápida putrefac­ción; ahora bien, todo aquello que sufre una rápida putrefacción es nocivo para la salud.
La carne es nociva, además, por otra causa. Cuando se lleva a los animales al matadero, éstos adivinan el peligro, sienten lo que les espe­ra, tienen miedo y enloquecen. Este miedo pro­voca un desarreglo en el funcionamiento de sus glándulas, las cuales segregan un veneno. Nada puede eliminar este veneno; se introduce en el organismo del hombre que come carne y ello evidentemente no es favorable ni para su salud ni para su longevidad. Me diréis: «Sí, pero la carne es exquisita». Quizás, pero tened en cuen­ta que sólo pensáis en vuestro placer, en vuestra satisfacción. Solamente cuenta para vosotros el placer del momento, aunque tengáis que pagarlo con la muerte de innumerables animales y con vuestra propia ruina.
Además, es necesario que sepáis que todos los alimentos que absorbemos se convierten dentro de nosotros en una antena que capta específicamente determinadas ondas. Así es como la carne nos une al mundo astral. En las regiones inferiores del mundo astral pululan seres que se devoran entre sí como lo hacen las fieras, y así, comiendo carne, estamos en contacto cotidiano con el miedo, la crueldad, la sensualidad de los animales. Aquel que come carne mantiene en su cuerpo un lazo invisible que le une al mundo de los animales, y se espantaría si pudiera ver el color de su aura.
En fin, quitar la vida a los animales es una gran responsabilidad, es una trasgresión de la ley: «No matarás». Por otra parte, en el Géne­sis, antes de la caída, Dios dio a los hombres la alimentación que les correspondía, diciéndoles simplemente: «He aquí que os doy toda hierba de semilla, así como todo árbol que lleva fruto de semilla: éste será vuestro alimento.»
Matando a los animales para comerlos, no solamente se les quita la vida, sino también las posibilidades de evolución que la naturaleza les había dado en esta existencia. Por eso en lo invisible, cada hombre está acompañado por las almas de todos los animales cuya carne comió; estas almas vienen a exigirle indemnizaciones diciendo: «Tú nos privaste de la posibilidad de evolucionar y de instruimos, por lo tanto, de ahora en adelante es a ti a quien incumbe nues­tra educación». Aunque el alma de los animales no sea parecida a la de los humanos, los anima­les tienen un alma, y aquel que ha comido carne de un animal se ve obligado a soportar la presen­cia del alma de éste dentro de sí. Esta presencia se manifiesta a través de estados que correspon­den al mundo animal; por eso, cuando quiere desarrollar su ser superior encuentra dificulta­des: las células animales no obedecen a su deseo, tienen una voluntad propia, dirigida con­tra la suya. Esto explica que muchos comporta­mientos humanos no correspondan en realidad al reino humano, sino al reino animal.
El alimento que absorbemos va a nuestra sangre, y desde allí atrae a las entidades que le corresponden. Está dicho en los Evangelios: «Donde hay cadáveres, se reúnen los buitres». Esto es verdad para los tres mundos: físico, astral y mental. Así pues, si queréis encontraros bien en los tres planos, no atraigáis a los buitres y a los cadáveres. El Cielo no se manifiesta a tra­vés de personas que se dejan invadir por impure­zas físicas, astrales y mentales.
La carne corresponde a un elemento especial que existe en los pensamientos, sentimientos y actos. Si, por ejemplo, soñáis que coméis carne, debéis estar atentos y vigilantes porque ello indica que os veréis expuestos a ciertas tentaciones bien precisas: cometer actos violentos, dejaros arrastrar por deseos sensuales o tener pensa­mientos egoístas e injustos. Ya que la carne representa todo esto: la violencia en el plano físico, la sensualidad en el plano astral y el egoís­mo en el plano mental.
La tradición cuenta que antes de la caída, Adán tenía un rostro radiante, y todos los ani­males le amaban, le respetaban y le obedecían. Después de la caída, Adán perdió su rostro radiante y los animales se convirtieron en sus enemigos. Si las bestias no confían ya en el hombre, y los pájaros vuelan cuando se acerca, si toda la creación lo considera como un enemigo, se debe a una razón determinada: a que ha caído de las alturas espirituales en las que se encontra­ba. Es necesario que vuelva a encontrar su pri­mer esplendor, sometiéndose de nuevo a las leyes del amor y de la sabiduría, con lo cual se reconciliará con todos los reinos de la creación, y se producirá el advenimiento del Reino de Dios sobre la tierra.
En apariencia, la guerra entre los hombres es debida a cuestiones económicas o políticas, pero en realidad, es el resultado de toda esta matanza que hacemos a los animales. La ley de la justicia es implacable: obliga a los humanos a pagar vertiendo tanta sangre como hicieron verter a los animales. ¡Cuántos millones de litros de sangre derramados sobre la tierra que claman venganza al Cielo! La evaporación de esta sangre atrae no solamente a los microbios, sino a millares de larvas y de entidades inferiores del mundo invisi­ble. Estas son verdades que no se conocen y que no se aceptarán quizás, pero tanto si se aceptan como si no; debo revelároslas.
Nosotros matamos a los animales, pero la naturaleza es un organismo, y matando a los animales es como si tocáramos ciertas glándulas de este organismo: en aquel momento las funciones se modifican, se crea un desequilibrio y no hay que sorprenderse si algún tiempo después estalla la guerra entre los hombres. Se han asesinado millones de animales para comerlos, sin saber que en el mundo invisible estaban unidos a determinados hombres, y que, por consiguiente, éstos deben también morir con ellos. Matando a los animales, se asesina a los hombres. Todos dicen que ya 'va siendo hora de que reine la paz en el mundo, que no debe haber más guerra... Pero la guerra durará mientras continuemos matando a los animales, porque matándolos nos destruimos a nosotros mismos.
Extractado de El yoga de la nutrición
Omraam Mikhaël Aïvanhov





miércoles, 27 de agosto de 2014

El vegetarianismo es la Vida Natural por Swami Sri Yukteswar


¿Qué es la vida natural? Para entender en qué consiste la vida natural es necesario distinguirla de lo que no es natural. La vida depende de la selección de (1) alimento, (2) habitación y (3) compañía. Para vivir en forma natural, los animales inferiores hacen esta selección por sí mismos, con la ayuda de sus instintos y de los centinelas naturales localizados en los órganos de los sentidos de la vista, oído, tacto, olfato y gusto. En el ser humano en general, sin embargo, estos órganos están tan desnaturalizados debido al género de vida contrario a la naturaleza que llevan desde la misma infancia, que no es posible confiar en sus reacciones. Por lo tanto para entender lo que son nuestras necesidades naturales, necesitamos depender de la observación la experimentación y la razón.

¿Cuál es el alimento natural del hombre? En la selección de nuestra alimentación natural, deberíamos tomar en consideración cuál es la forma de los órganos que ayudan a la digestión y la nutrición –los dientes y el conducto digestivo- , la tendencia natural de los órganos sensoriales que guían a los animales hacia determinados alimentos, y la alimentación de las criaturas jóvenes.

Observación de los dientes. Al observar los dientes, notamos que en los animales carnívoros los incisivos son poco desarrollados, mientras que los caninos son considerablemente largos, lisos y puntiagudos, para aferrar la presa. Los molares también son puntiagudos, pero no se tocan sino que se ajustan lateralmente para separar las fibras musculares.
En los animales herbívoros, los incisivos son notablemente desarrollados, los caninos reducidos (aunque a veces, como en el caso de los elefantes, se han desarrollado bastante para constituir un arma defensiva) los morales tienen una amplia superficie de masticación y están provistos de esmalte sólo en los costados.
En los frugívoros, todos los dientes tienen casi la misma altura; los caninos son algo predominantes, cónicos y romos (obviamente no están destinados a coger una presa, sino a ejercer la fuerza).Los molares tienen una amplia superficie de masticación y están provistos de capas de esmalte en la parte superior, cuyo objetivo es prevenir el desgaste originado por su movimiento lateral, pero no son puntiagudos para permitirles masticar carne.
Por otra parte en los animales omnívoros como en el caso de los osos, los incisivos se parecen a los de los herbívoros, los caninos a los de los carnívoros y los molares son a la vez anchos y puntiagudos para cumplir un doble propósito.
Ahora bien, si observamos la forma de los dientes en el hombre, podemos comprobar que ésta no se asemeja a la de los animales carnívoros, así como tampoco a la de los herbívoros u omnívoros, pero coincide en la forma exacta de los frugívoros. Puede deducirse, pues, con razón que el hombre es un animal frugívoro, es decir que se alimenta de frutas (Se considera frutas a toda parte de vida animal y vegetal útil al hombre. La dieta a base de frutas a que se refiere Sri Yukteswar incluye, pues, las verduras, hortalizas, cereales, frutos secos, leguminosas, etc).

Observación del canal digestivo. Si observamos el conducto digestivo, podremos apreciar que los intestinos de los animales carnívoros son de 3 a 5 veces más largos que la longitud de su cuerpo, si se mide ésta desde la boca hasta el ano; y su estómago es casi esférico. Los intestinos de los herbívoros son 20 a 28 veces más largo que la longitud de sus cuerpos, y su estómago es más extenso y de forma compuesta. Los intestinos de los animales frugívoros son de 10 a 12 veces más largos que la magnitud de sus cuerpos, y sus estómagos son algo más anchos que los de los carnívoros y están provistos de una extensión de duodeno, que sirve como un segundo estómago.
Esta última es exactamente la formación que encontramos en el ser humano. Aún cuando la anatomía afirma que sus intestinos son de 3 a 5 veces más largos que la longitud de su cuerpo, éste es un error basado en que el cuerpo ha sido medido desde la cabeza hasta la planta de los pies, en lugar de medir la longitud boca – ano. Una vez más podemos deducir con  toda probabilidad que el hombre es un animal  frugívoro.

Observación de los órganos de los sentidos. Al observar la tendencia natural de los órganos de los sentidos- Los indicadores de las substancias nutritivas- que guían a todos los animales hacia su alimento, podemos apreciar que cuando el animal carnívoro encuentra a su presa se deleita tanto que sus ojos brillan: intrépidamente salta sobre ella y lame su sangre con avidez. Por el contrario el animal herbívoro rechaza incluso sus alimentos naturales dejándolos intactos, si estos se encuentran manchados con unas pocas gotas de sangre. Sus sentidos del olfato  y de la vista lo llevan a seleccionar  hierbas y otras plantas para su alimentación, las cuales saborea con deleite. De manera similar observamos que en los animales frugívoros, sus sentidos les guían invariablemente hacia las frutas de los árboles y del campo.
En los hombres de todas las razas constatamos que los sentidos del olfato, del oído y de la vista nunca le inducen a matar animales y que, por el contrario, ni siquiera pueden tolerar la vista de semejantes matanzas. Siempre se ha recomendado que los mataderos sean instalados lejos de las ciudades; a menudo se dictan estrictas ordenanzas prohibiendo el transporte al descubierto de carnes frescas. ¿Puede entonces considerarse a la carne como el alimento natural del hombre, cuando sus ojos y su nariz rechazan, a menos que sean engañados por el sabor que le aportan las especies, la sal y el azúcar? Por otra parte, cuán deliciosa encontramos la fregancia de las frutas, s cuya simple vista se no hace agua la boca! Cabe señalar también que los cereales y vegetales poseen un olor y sabor agradable, aun cuando sea suave, incluso cuando no han sido preparados. De las observaciones anteriores, nos inclinamos a inferir que el hombre estaba destinado originalmente a ser un animal frugívoro.

Observación de los alimentos de los recién nacidos. Si observamos la nutrición de los recién nacidos, podemos apreciar que la leche es indudablemente su principal alimento. Y ésta no se produce en cantidad adecuada  en los senos de la madre si ella no ingiere frutas, cereales y verduras como su alimento natural.

La causa de las enfermedades. De todas estas observaciones, sólo podemos concluir razonablemente que los diversos tipos de cereales, frutas, raíces comestibles, son decididamente los mejores alimentos naturales para el hombre. Dichos alimentos son siempre asimilados, puesto que concuerdan con su organismo, siempre que se ingieran de acuerdo a la capacidad de los órganos digestivos y sean masticados y mezclados con saliva en la forma adecuada.

Otros alimentos no son naturales al hombre y –puesto que no concuerdan con su organismo- le resultan extraños. Por ello, cuando llegan al estómago, no son asimilados en la forma adecuada. Y al mezclarse con la sangre, se acumulan tanto en los órganos excretorios como en otros órganos, ninguno de los cuales se encuentra adaptado para recibirlos. Por este motivo, no pueden ser eliminados y se almacenan en los recesos de los tejidos, por efecto de ley de la gravitación; al fermentar, causan enfermedades tanto físicas como mentales, y conducen a la muerte prematura.


Swami Sri Yukteswar
Extractado de La Ciencia Sagrada,Sutra 9-11.
SelfRealization Fellowship

domingo, 17 de agosto de 2014

Seis sabores del Ayurveda

Cuando se prepara utilizando la cantidad correcta de los seis sabores del Ayurveda, la cocina Ayurveda crea un equilibrio natural entre estos elementos esenciales en nuestro cuerpo. Los seis sabores del Ayurveda son: salado, dulce, astringente, amargo, picante y ácido. Cada sabor posee su propia composición elemental única y por ello cualidades curativas específicas. Una dieta equilibrada consistirá en combinaciones saludables de estos. Con los alimentos y sabores adecuados, los dosha Vata, Pitta y Kapha pueden mantenerse en equilibrio estable; la alimentación se convierte, entonces, en una terapia extremadamente eficaz.
Marcus de Oliveira ( centro de ayurveda)


viernes, 28 de marzo de 2014

La sede de los doshas:

Cuando Kapa es excesivo se acumula principalmente en los pulmones, en la garganta, en la cabeza, en la lengua, en la nariz, en la piel, en el estomago, en la vejiga, en los brazos.

Cuando Pita es excesivo, se acumula principalmente en el estomago y en el intestino delgado y también en el hígado, sangre, ojos y cara.


Cuando Vata es excesivo, se acumula principalmente en el colon y también en la pelvis, músculos, oídos y huesos.

jueves, 27 de marzo de 2014

Conceptos básicos de Ayurveda



El universo es percibido como un devenir que se manifiesta en tres formas: Flujo, energía y estructura. Sobre estos tres aspectos se basa el principio ayurvédico de la tridosha: Vata, Pita y Kapa, las tres energías que forman todo lo que existe, donde Vata es el flujo, Pita es la energía y Kapa la estructura.
Las células representan un universo y cada una reproduce el organismo humano; los doshas son las energías que regulan cada célula del organismo humano.

Biológicamente hablando, Vata representa el metabolismo, Pita el Catabolismo y Kapa el anabolismo.

A nivel celular Vata Transporta los nutrientes y elimina los desechos las células, Pita quema los nutrientes y libera la energía para el funcionamiento de las células y Kapa establece la estructura de las mismas.

 Al mismo tiempo los doshas son factores causales del proceso de la enfermedad.

La tridosha es un instrumento necesario para comprender el estado en el que cada uno de nosotros se encuentra, nuestra constitución y nuestras tendencias a las enfermedades, lo que permite escoger la manera de vida adecuada, la cura, el tratamiento y el remedio apto a la tipología de cada persona.




miércoles, 26 de marzo de 2014

Falsas creencias sobre el CHOCOLATE

El chocolate, símbolo de la gula, aun es acusado, injustamente, de ciertos efectos nocivos sobre la salud, como indica el Dr Hervé Robert. 

El Chocolate no provoca caridena es: efectivamente, el cacao contiene sustancias anticariosas, principalmente polifenoles, fosfatos y flúor. Cuanto menos azúcar contenga el chocolate, mayor será el efecto anticarioso del cacao.

El Chocolate no desencadena crisis hepática: la crisis hepática no existe,  que el hígado no interviene hasta después de la digestión.

El chocolate no produce estreñimiento: un chocolate con alto contenido de cacao contiene cerca ¿de un 15% de fibra procedente de la parte seca del cacao; esta proporción es suficiente para favorecer el tránsito intestinal.

El Chocolate no es responsable del acné: Según numerosos estudios médicos realizados sobre este tema, no se ha demostrado ninguna relación, positiva o negativa, entre el consumo de chocolate y el acné.

El Cacao es tan propio de América como el café de arabia y el té de china.






lunes, 24 de marzo de 2014

Conoce tu constitución innata…



Ayurveda es un sistema que evolucionó en la India desde hace unos tres a cinco mil años en respuesta a las necesidades de la época. Se dice que la tierra está constituida por 5 elementos: éter, aire, fuego, agua y tierra. Estos 5 elementos, manifestaciones de lo divino, forman la base de todas las cosas que se encuentran en la creación material, desde la constitución de un individuo hasta los sabores de un alimento por lo tanto equilibrar los elementos es clave para mantener la salud y curar la enfermedad con éxito, sea esta física o mental.
Los 5 elementos se unen en cada persona en una combinación diferente. Por lo tanto, cada persona es un tanto diferente de otra en su mezcla de elementos, y la forma en que estos se balancean en sí mismo, lo que ayuda a una persona no necesariamente va a ayudar a otra, cada persona es única. Es  esencial en este sistema de curación la idea de que nuestra salud y constitución se ven afectadas por lo que comemos.
Esto nos da pie a entender la importancia de conocer nuestra constitución y a través del diagnostico ayurvédico podemos establecerla.
La combinación particular de energías presentes en el momento en que nacemos es conocida en Ayurveda como nuestra constitución innata o “prakruti” lo que hacemos con nuestra constitución depende de nosotros. Los 5 elementos se unen para crear tres tipos de constitución básicos. Estos son Vata, Pitta y Kapha. Si el aire y el éter predominan en su constitución, usted es de naturaleza cercana a Vata, si el fuego y el agua predominan en su constitución usted es cercano a Pitta, si el agua y la tierra prevalecen en su cuerpo al nacer, podrá tener una tendencia hacia a Kapha(…)
No obstante entender mas sobre nuestra naturaleza y nuestros recursos puede ser útil, porque nos puede servir de apoyo en el proceso de curación y cambio. Mi respuesta a esta pregunta es: Pruébelo usted mismo. Si es útil, eso lo descubrirá usted.
¿Qué significa en la práctica, la comprensión  de su constitución cada constitución tiene necesidades diferentes. Satisfacerlas  asegura el equilibrio y mejora las oportunidades para tener una buena salud y la paz mental.
Ayurveda es una palabra sanscrita que significa “ El conocimiento de la vida o la vida diaria”
Es un sistema que se centra en la salud física, con la creencia de que es mucho más fácil realizar estudios espirituales o contribuir a la vida de la comunidad si se está sano.
En el Ayurveda, la comida es tanto medicina como alimento, y lo que uno come es un asunto vital.
El libro de la cocina ayurvédica, Amadea Morningstar y Urmila Desai, 

La nutrición desde una perspectiva ayurvédica

Los antiguos ofrecieron diez principios sobre una dieta saludable y cómo se debe consumir. Estos son:

1. Los alimentos deben estar calientes (generalmente cocidos)
2. Los alimentos deben ser sabrosos y fáciles de digerir
3. Los alimentos deben consumirse en las cantidades adecuadas, ni muy grandes, ni demasiado pequeñas.
4. Los alimentos deben consumirse con el estómago vacío, después de que la última comida haya sido digerida, no antes.
5. Los alimentos deben trabajar juntos y no ser contrarios en sus acciones.
6. Los alimentos deben consumirse en un entorno agradable con los implementos necesarios para que sean disfrutados.
7. No se debe comer de manera apresurada
8. Tampoco se debe dedicar más tiempo del necesario al acto de comer.
9. Es mejor concentrarse en la comida mientras se come
10. Solo debe consumir alimentos que beneficien su constitución particular y que sean adecuados para su temperamento mental y emocional.

(Charaka, p. XXXV)